Integrarnos a la vida laboral, emprender, llegar a puestos de poder, romper el techo de cristal, son de las cosas más escuchadas y deseadas por las mujeres. Si cada vez somos más quienes lo estamos logrando, ¿por qué aún nos cuesta tanto lograr la libertad financiera?

Las mujeres participamos tradicionalmente en las decisiones financieras del hogar; las cosas que se compran en el día a día, cómo hacer rendir el dinero, qué productos de comida se van a elegir y hasta qué necesidad se va a satisfacer primero. Sin embargo, cuántas veces hablamos o participamos en temas como; cuál cuenta de banco me conviene más, que instrumento de inversión voy a elegir, qué tipo de seguro de gastos médicos, de vida y/o para mi retiro voy a escoger. 

Cómo dar el siguiente paso

Entonces, cómo dar ese siguiente paso en tus finanzas. Primero se requiere consciencia de nuestra relación con el dinero, aprender a administrar nuestras finanzas y por supuesto, a participar activamente en estrategias de inversión y de protección para nuestro futuro. Recuerda que la única forma de lograr que nuestro dinero crezca y tener un patrimonio, es poniendo a trabajar nuestro dinero, a través de diversos instrumentos de inversión. 

Aunque hoy en día, comenzar a invertir cada vez es más accesible, en México sólo 2 de cada 10 mujeres invierten en instrumentos financieros, de acuerdo con un análisis de GBM (Casa de Bolsa).  Según el mismo análisis, en nuestro país, del total de la población con acceso a productos de ahorro formal, sólo el 0.7% de las mujeres lo realizan en un fondo de inversión. 

¿Qué nos está deteniendo? 

Por supuesto que el haber recibido poca o nula educación financiera nos limita, así como la brecha salarial que lamentablemente sigue siendo una realidad en nuestro país, sin embargo, existe otro factor crucial que nos detiene: la falta de confianza. 

Aunque las creencias o pensamientos limitantes, no son algo que aqueja únicamente a las mujeres, sí es una realidad que, culturalmente, esas barreras en relación al dinero y a las inversiones son mucho más profundas. Constantemente pasa que no creemos que somos capaces de generar más dinero o de poder multiplicarlo, e incluso también de merecerlo.

Buenas noticias

La buena noticia es que, según un estudio de la Universidad de South Wales en Sidney, las mujeres realmente tomamos mejores decisiones, tanto para administrar el dinero, como a la hora de invertir. Se ha demostrado que nosotras llegamos a tener mejores retornos de inversión en comparación con las carteras manejadas por hombres, ya que hay una tendencia a ser menos impulsivas,  analizar distintos escenarios, informarnos más al momento de decidir, ser más pacientes, e invertir por objetivos y con una meta clara. 

A pesar de estos datos, solo el 9% del total de las mujeres que invertimos consideramos que somos buenas inversionistas. Es una locura como nuestra mente nos juega en contra, ¿no? Incluso cuando los mismos resultados están a nuestro favor. 

Si bien aún existe mucho por hacer en cuanto a oportunidades para que las mujeres accedan a más recursos económicos para invertir, lo que no podemos dejar de lado es que cuando tenemos acceso al capital, un paso primordial es deshacernos de las creencias que nos limitan y comenzar a avanzar en este mundo con mucha más confianza en nosotras mismas y en nuestra capacidad de decidir lo que es mejor para nuestras finanzas. 

Los resultados están de nuestro lado, así que te reto a comenzar a invertir… ¿aceptas?