La Navidad es un momento de celebración… pero también puede ser una época de presión financiera sin igual. Regalos, compromisos, intercambios: todo se combina para poner a prueba tu presupuesto, y pocas veces el aguinaldo alcanza para cubrirlo todo.

Este año, mi hermana (que vive fuera de México) vendrá a pasar la Navidad con mis sobrinos en la casa de mis papás. Hace cinco años que no celebramos todos juntos, ¡y MUERO por verlos! ¿Saben qué significa esto? Que quiero que todo sea más especial, más grande, más mágico… pero ¿con más gasto? No necesariamente.

Definitivamente no confío en mi entusiasmo desbordado por transformar esos días en un verdadero Winter Wonderland, sin pensar en los gastos, así que tuvimos que establecer ciertos acuerdos navideños en familia que nos permitan disfrutar de una Navidad tan mágica como la sueño, pero sin llegar a la desesperación cuando llegue enero.

Les comparto algunos puntos que discutimos:

1. Diferentes presupuestos

El presupuesto es el punto de partida de cualquier acuerdo financiero en estas fechas. Cada familia tiene ingresos y gastos distintos, así que no es realista esperar que todos puedan aportar la misma cantidad.

El primer paso es calcular un estimado de cuánto estamos dispuestos a gastar en la celebración (sin contar los regalos). Hagan una lista de posibles gastos: comida, bebidas, decoración, entretenimiento, sesión de fotos… y cualquier otra idea que tengan. Una vez tengan claridad, pueden negociar y repartir los gastos de manera justa.

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2. En qué gastar y en qué no

Parte de definir el presupuesto es decidir en qué vale la pena invertir. Por ejemplo, en mi familia la comida es siempre lo más importante: preferimos recortar en entretenimiento pero apostar por una cena que recordaremos hasta el próximo año.

Si logran identificar qué gasto es prioritario para todos, tendrán una base sólida para organizar el presupuesto y podrán ser creativos con el resto de categorías. Ordenen la lista de elementos por prioridad y administren el dinero según lo que sea más importante para todos.

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3. Cómo queremos que se sienta la Navidad

Recuerden: la magia de la Navidad nace de la emoción y la conexión con quienes quieres, no del tamaño del gasto. Dense un momento para pensar cómo quieren vivir la celebración. Probablemente surjan ideas y dinámicas que no requieren gran inversión: un intercambio de cartas con buenos deseos, cocinar juntos una nueva receta, o simplemente disfrutar de la compañía con algún juego de mesa.

Por ejemplo, yo quiero que esta Navidad se sienta como esas sobremesas eternas que teníamos cuando mi hermana y yo aún vivíamos en casa con mis papás. Por eso propongo que tengamos un buen café y postre después de la cena para disfrutar sin prisa de este día especial.

⚙️ Hack Clara: Aquí te comparto 5 consejos extra para una navidad sin tanto estrés financiero.