Dinero y Emociones

Cómo organizar la carpeta que nadie quiere hacer

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(pero todos necesitamos)

Nadie quiere pensar en el día de su muerte. Es abrumador, triste y, en muchos sentidos, innecesario. Sin embargo, con el tiempo y las experiencias, he llegado a la conclusión de que hay ciertas cosas en las que sí podríamos (y deberíamos) pensar para cuando ese día llegue.

Cuando alguien falta, para la familia que se queda llega una tormenta de emociones… pero también de trámites y papeleo que ensombrecen aún más uno de los momentos más difíciles de la vida. ¿Dónde están las actas de nacimiento?, ¿qué hacemos con sus bienes?, ¿alguien sabe si tenía seguros? Suena horrible (lo sé) pero, inevitablemente, en ese momento hay que lidiar con muchas de estas preguntas terrenales.

Por eso, cuando leí en algún lado que “El mayor regalo que le puedes hacer a tu familia es preparar una carpeta para emergencias”, pensé: “Lo necesito, pero… ¿por dónde empiezo?”

Qué es por qué necesitas una carpeta de emergencias

Es un espacio, físico o digital, donde puedes ordenar documentos importantes: identificaciones, facturas, seguros, finanzas… También puedes incluir instrucciones para tu familia en caso de que no estés para facilitarles el tomar decisiones. Incluso puedes guardar ahí cosas valiosas: fotos, recuerdos y cualquier otro elemento importante para ti.

El objetivo es que este repositorio apoye a tus familiares si llegas a sufrir una emergencia médica o, en el peor de los casos, si llegas a faltar 😢.

Paso a paso para construir tu carpeta

Aquí te comparto, paso a paso, cómo empecé mi carpeta de emergencias a los 33 años:

1. Dale una estructura

Primero, en una hoja escribí todo lo que se me ocurrió que debía incluir en mi carpeta: desde documentos de identidad (actas, identificaciones), documentos financieros (relación de cuentas, seguros de vida, ahorros) hasta cosas más emocionales como cartas o despedidas para personas especiales.

Lo primero es sentarte con tranquilidad y escribir todo lo que se te venga a la mente. Después, empieza a ordenar esa lista por prioridades: qué sí o sí debe estar ahí.

2. Busca y reúne los documentos

Una vez que tienes claro qué debe ir en esta carpeta, ve y busca los documentos. A mí me sorprendió descubrir cuántas cosas sabía que existían, pero las tenía totalmente fuera del radar. Descargar, solicitar, actualizar y reunir toda la información puede parecer un trabajo eterno, pero te prometo que vivirás más tranquila al saber que todo está en un mismo lugar.

3. Comunica que la tienes y actualiza

Avísale a tus personas más cercanas dónde y cómo encontrar tu carpeta de emergencias. No servirá de mucho si nadie sabe que existe. También te recomiendo tomarte un tiempo cada año para asegurar que todo esté actualizado.

Documentos clave que puedes incluir

Si no sabes ni por dónde empezar, aquí te dejo una lista de lo que puedes agregar:

  • Información personal: acta de nacimiento, pasaportes, INE, licencia de conducir, fechas de nacimiento, número de seguro social.
  • Información financiera: lista de cuentas bancarias con beneficiarios, cuentas de ahorro/inversión, tarjetas de crédito (muchas incluyen seguros), pólizas de seguros (vida, casa, autos).
  • Información médica: historial médico, tipo de sangre, medicamentos que tomas, copia de pólizas del seguro médico, contacto de tu doctor general.
  • Información legal: testamento, escrituras y títulos de propiedad de casas y vehículos.
  • Información de mascotas: cartilla de vacunación, historial médico, cuidados particulares, rutina y anotación de su juguete favorito 🐶.
  • (Opcional) Carta de deseos: puede incluir aspectos prácticos como si quieres funeral o no, si deseas hacer en caso de coma, si prefieres un entierro o cremación 😣… e incluso decisiones más ligeras, como quién se quedará con tu colección de libros. Puedes ser tan específica como quieras o evitar este apartado si no te sientes cómoda con algo tan detallado.

Por qué hacerlo

Puede sonar difícil o incluso negativo, hubo quien me dijo que no anduviera llamando cosas malas, pero preparar esta carpeta para mi no fue algo triste sino un acto de amor. Es una forma de cuidar a quienes quiero para cuando más lo necesiten, que ojalá sea en muchos muchos muchos años más.


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