Dueñas de nuestro futuro

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Dinero y Emociones

En un mundo donde la igualdad de género sigue siendo un objetivo en proceso, la gestión de las finanzas personales se ha convertido en una herramienta fundamental para la independencia y el empoderamiento de las mujeres. A pesar de los avances en los derechos y oportunidades, muchas mujeres aún enfrentan retos únicos en su camino hacia la estabilidad económica. 

El reto financiero para las mujeres 

En América Latina, sólo el 49% de las mujeres tiene una cuenta bancaria, en comparación con el 54% de los hombres (Banco Mundial, Global Findex Database 2017). Además, el 60% trabaja en empleos informales (Organización Internacional del Trabajo (OIT), lo que limita su acceso a servicios financieros formales y prestaciones sociales. Esto se suma a la brecha salarial, con las mujeres ganando en promedio un 20% menos que los hombres, lo que impacta directamente su capacidad para ahorrar e invertir en su futuro financiero.

En las etapas más vulnerables de la vida, la separación, la viudez, la maternidad soltera entre otras, el control sobre las finanzas personales brinda a las mujeres la fortaleza y seguridad necesarias para superar cualquier adversidad. Es una herramienta de supervivencia y se convierte en la clave para asegurar su independencia y construir un futuro estable para ellas y su familia.

Aun y cuando no es un escenario deseable, las mujeres deben estar preparadas para enfrentar etapas difíciles desde el punto de vista del manejo del dinero, tales como: la reducción de ingresos, el aumento en responsabilidades o tareas relacionadas con la gestión de las finanzas, necesidad de acceder a cuentas, documentos o archivos con los que no estaban familiarizadas, la elección adecuada de seguros de salud y reclamo de seguros de vida o pensiones de su pareja, traspaso de propiedades a su nombre o incluso administrar las inversiones o el negocio familiar. La educación financiera crea esta resiliencia que les ayudará a salir adelante de una manera más sana y a mantener su estabilidad, tanto financiera como emocional. 

El aprendizaje en la vulnerabilidad

“El Poder de ser vulnerable”, libro de Brene Brown llegó a mis manos como regalo de una de mis hijas en plena pandemia. Yo ya había escuchado su famoso Ted Talk hace algunos meses así que desde entonces he seguido sus publicaciones.  

Durante esa época de aislamiento viví de cerca algunos casos de mujeres que lamentablemente perdieron a su esposo, el cual organizaba y manejaba las finanzas de la casa. Algunas de ellas, mujeres trabajadoras, profesionistas, otras dedicadas al hogar, pero enfrentando la misma crisis al sentirse solas con un gran peso sobre sus hombros. 

El reto era grande, con todo el dolor de la pérdida, tomar las riendas y aprender lo que tantos años hizo alguien más por ellas, enfrentar la realidad, la falta de información, el miedo a la ignorancia, la duda y la desconfianza de personas que no sabían si realmente querían ayudar o beneficiarse de su situación.

Dos frases de Brown venían a mi mente constantemente al ver la situación por la que tantas mujeres pasaron en esos años y las que me motivaron a ayudarles a salir adelante

“La vulnerabilidad es la emoción que experimentamos durante tiempos de incertidumbre, riesgo y exposición emocional”

“La vulnerabilidad es tener la valentía para actuar, es el lugar del nacimiento de la innovación, la creatividad y el cambio.” 

Los aprendizajes fueron grandes.

Herramientas para enfrentar la vulnerabilidad financiera

Aquí algunas ideas para prepararnos para enfrentar situaciones inesperadas que nos hacen sentir vulnerables:

  1. Prepárate con educación financiera: Es crucial que las mujeres se interesen por aprender sobre finanzas personales, inversiones y gestión del dinero. 
  2. Arma y sigue un presupuesto: comenzar por una aplicación sencilla de registro de gastos, este puede ser el primer paso para hacer el hábito de registrar, esto te ayuda a saber a dónde se va tu dinero, después enfrentarlo con tus ingresos, para poner límites si es necesario. 
  3. Ten metas financieras: una primera meta financiera puede ser ahorrar lo suficiente para cubrir los gastos de al menos 6 meses. Eso te dará mucha paz. Abre una cuenta de CETES e invierte ahí el dinero para que siempre mantenga su valor y sea suficiente si llega el día en que necesites echar mano de ese FONDO DE EMERGENCIA.
  4. Lleva un archivo compartido de cuentas y patrimonio
  5. Dediquen un tiempo a elaborar un documento con la información de cuentas bancarias, de inversiones, tarjetas de crédito, seguros, pensiones, testamento etc, con datos para acceder a ellas, números de identificación, usuarios, contraseñas, y contactos. 
  6. En otra sección enlisten sus propiedades, escrituras, planos de ubicación, información clave del negocio familiar, facturas de autos, obras de arte, joyas entre otros bienes de valor. 
  7. Si fuera el caso, mencionen el contacto para asesoría legal y financiera de confianza de la familia y asegúrate de que estás incluida como copropietaria o beneficiaria legalmente, revisa que la información esté correcta, nombres, fechas de nacimiento, lugar de residencia etc. 
  8. Desarrolla una actividad que te genere ingresos. Aunque no seas el principal proveedor de dinero de la familia, mantente activa, no dejes de aprender. Descubre tus talentos y haz de ellos una fuente de ingreso.
  9. Familiarízate con los pagos recurrentes de servicios y otros gastos de la casa. Si no estas involucrada en realizar pagos y transferencias en tiempo y forma, no sabes sobre fechas de corte, cargos domiciliados a tarjetas de crédito, cobertura y primas de seguros etc, es recomendable que muestres interés e incluso que te comprometas a realizar algunas de estas actividades. 
  10. Construye tu propio historial de crédito. Si todas tus tarjetas de crédito son secundarias, te sugiero sacar una a tu nombre para que tengas una historia que te respalde si llegaras a solicitar un crédito en el futuro y úsala siempre de manera responsable
  11. Pensión vitalicia. Si en alguna época de tu vida tuviste un trabajo formal y cotizaste en el seguro social, investiga si reúnes las semanas necesarias para acceder a una pensión, es un ingreso vitalicio al cual puedes tener derecho y vale la pena dedicar tu tiempo a hacerlo valer. 

En resumen, la educación financiera ayuda a las mujeres a tomar mejores decisiones, sentirse protegidas, mejorar sus vidas y apoyar a sus familias, puede convertirse en el motor que las impulse a tomar el control de su futuro con valentía y salir adelante en etapas difíciles de la vida.

Empoderar a las mujeres en este aspecto es clave para una sociedad más fuerte y justa.

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