Cuando compras una acción, haces una transacción entre un vendedor y tú como comprador.
Se ponen de acuerdo con el precio y la cantidad de acciones de la empresa y zaz, el acuerdo está hecho. Estas transacciones suceden millones de veces, todos los días en cuanto el mercado está abierto.
Solo cuando una empresa hace su Oferta Pública Inicial (OPI o IPO, por sus siglas en inglés), es cuando la transacción sucede entre la empresa saliendo a bolsa y los compradores de las acciones.
Yo empecé a comprar acciones para experimentar cómo funciona todo, desde seleccionar la empresa, hacer la valuación (decidir a qué precio estás dispuesta a comprarla), poner la orden de compra, ver que esas acciones eran mías, aguantar cuando bajan de precio, ponerlas a la venta y no volver a pensar en esa empresa por un rato.
Antes de esto había leído un buen de libros, veía los precios diarios, leía noticias, etc. Pero hasta que no dejé de hacerlo en mi imaginación y empecé a invertir aprendí cosas que no había visto antes.
Una de mis primeras lecciones fue preguntarme ¿puedo invertir en empresas que le hacen daño al planeta? Me tope con una empresa que se dedica a la extracción de petróleo y la recomendación de algunos analistas era “Compra”.
Al hacer un poco de investigación fui leyendo malas noticias sobre la empresa; algo tuvo que ver con la guerra entre Estados Unidos e Irak, políticos americanos dentro del Consejo de Administración y derrames de petróleo en el Golfo de México.
Pero si hago la inversión, el dinero pasa de mi cuenta a la del vendedor, no a la empresa petrolera, ¿esto cuenta cómo apoyar una empresa que daña el medio ambiente y la sociedad? o ¿no importa mientras yo haga dinero cuando suba el precio de esas acciones?
Al final tomé la decisión de comprar acciones, las mantuve unos días y las vendí sin tener ganancias ni pérdidas.
Me di cuenta que al tenerla yo no me sentía a gusto, sentía que estaba traicionando una parte de mí.
Esta experiencia me hizo darme cuenta que ese sentimiento de incomodidad no es exclusivo para las inversiones, también empieza a jugar un rol cuando hago compras.
Los humanos consumimos recursos, usamos ese petróleo cuando viajamos o nos movemos de un lugar a otro, calentamos nuestras casas con gas natural o electricidad que lo quema, usamos ropa o productos derivados del petróleo entonces ¿en dónde está la línea de responsabilidad?