5 preguntas antes de comprar
Hasta hace algunos años, mis decisiones de compra eran muy sencillas: Si lo quería y me alcanzaba, lo compraba.
Decidí que quería una vida más ligera y con más sentido
Hasta hace algunos años, mis decisiones de compra eran muy sencillas: Si lo quería y me alcanzaba, lo compraba.
Este razonamiento me llevó a:
- Acumular un montón de cosas que no necesitaba
- Vivir sin ahorros y sin buena salud financiera
- Pensar que comprar era un pasatiempo
Afortunadamente no llegué a ninguna crisis. Salvo a la crisis de los 30, en la cual empecé a cuestionarme más a fondo el tipo de vida quería tener.
Decidí que quería una vida más ligera y con más sentido. Una vida con libertad financiera, equilibrio y plenitud. Una vida donde mi felicidad no dependiera de las cosas que tengo, sino de las experiencias que vivo.
En la búsqueda de esa vida aprendí que no podía seguir basando mis decisiones de compra en las mismas viejas premisas, sino que debía formularme interrogantes más profundas y tomar decisiones más conscientes.
Te quiero compartir 5 preguntas que me hago antes de comprar
01.
¿Para qué lo quiero?
Es una pregunta muy básica, pero me pone a pensar. Siempre que surge en mí la inquietud de comprar algo, me cuestiono ¿Para qué lo quiero? ¿Qué pretendo lograr? ¿Qué uso le daré? ¿Qué estoy buscando? Muchas veces descubro que las razones detrás de mi motivación son banales o pasajeras, aunque también hay ocasiones en las que confirmo lo importante que es esa compra para mí. Con la práctica y el paso de los años, esta pregunta me ha demostrado que son muy pocas las cosas que realmente necesito comprar.
02.
¿Esto es lo mejor que puedo hacer con mi dinero?
Cuando pagamos por algo, también pagamos un costo de oportunidad. Destinar dinero a una cosa implica dejar de destinarlo a otra. Para mí ha sido de gran relevancia tomar esto en cuenta y hacerme preguntas como: ¿Podría darle un mejor uso a este dinero? ¿Qué otras áreas de mi vida debería atender financieramente? ¿Qué pasa si lo ahorro? ¿Qué pasa si lo invierto? Trato de no ser demasiado rígido con esto (los extremos nunca son buenos), pero siempre procuro analizarlo antes de decidir. Esta premisa me sirve para mantener un buen balance vital y financiero.
03.
¿Está decisión está alineada a mis prioridades?
Esta pregunta es un poco más compleja porque antes debo tener claro cuáles son mis prioridades. Pero una vez que las tengo identificadas, simplemente me aseguro que mis compras tengan relación con ellas, preguntándome ¿Esta compra me ayudará a lograr mis objetivos? ¿Esta compra contribuye a lo que es prioritario en mi vida? ¿A qué metas me acerca esta compra? Recordar mis prioridades en todo momento me ayuda a no dejarme arrastrar por decisiones que nada tienen que ver con lo que realmente quiero vivir.
04.
¿Qué pasa si no lo compro?
Esta pregunta me gusta mucho porque puede ser muy reveladora y da pie a la creatividad. ¿Qué pasa si no lo compro? ¿Realmente quedaría un problema sin resolver? ¿Qué otras opciones tengo? ¿Qué pasa si lo rento o lo pido prestado? ¿Qué pasa si lo hago yo mismo? ¿Qué pasa si reparo lo que ya tengo? Este cuestionamiento tiene el poder de ver la situación desde otra perspectiva y poner sobre la mesa una opción a la que rara vez le damos valor: no comprarlo.
05.
¿De dónde viene y a dónde va a parar?
Las cosas que compramos no aparecen ni desaparecen por arte de magia. He aprendido que es importante cuestionar de dónde vienen las cosas que compramos ¿Qué compañía las fabrica? ¿Fueron creadas y comercializadas éticamente? ¿Qué recursos naturales se utilizaron? Por otro lado también es importante revisar ¿Qué pasará después de que lo compre? ¿Cuánto me va a durar? ¿Cuánto espacio ocupará en mi casa? ¿Qué haré cuando ya no lo quiera o ya no lo use? ¿Se puede reciclar? ¿Terminará en la basura? ¿En el océano? Estos cuestionamientos me sirven para tomar decisiones que no sólo tomen en cuenta mis necesidades, sino las necesidades de nuestro planeta.
Te invito a poner en práctica estas preguntas la próxima vez que vayas a comprar algo, no importa si es un frapuccino o una nueva casa.
Hacernos mejores preguntas es esencial para tomar decisiones más intencionales, congruentes y deliberadas. Sólo de esta manera seremos capaces de tener una vida llena de felicidad y no de cosas.