
Cómo aprovechar tu ciclo para tomar decisiones de inversión

Gracias al acceso de información, a los estudios que se han realizado con el paso del tiempo y a una conversación cada vez más abierta sobre lo que significa ser mujer, podemos aprender a usar nuestro ciclo menstrual a nuestro favor. Y esto no se limita a nuestra salud física o emocional, también puede transformar áreas que parecían completamente desconectadas de lo hormonal, como lo son nuestras finanzas.
¿Cuántas veces te hubiera gustado crecer entendiendo realmente lo que pasaba en tu cuerpo cada mes? A muchas de nosotras nos enseñaron a ver el ciclo menstrual como una carga, algo que había que soportar en silencio o incluso ignorar. Pero hoy, afortunadamente, estamos frente a un nuevo paradigma, uno que nos permite ver, sentir y comprender que nuestro cuerpo no es un obstáculo, sino una fuente de sabiduría.
Gracias al acceso de información, a los estudios que se han realizado con el paso del tiempo y a una conversación cada vez más abierta sobre lo que significa ser mujer, podemos aprender a usar nuestro ciclo menstrual a nuestro favor. Y esto no se limita a nuestra salud física o emocional, también puede transformar áreas que parecían completamente desconectadas de lo hormonal, como lo son nuestras finanzas.
Así como lo lees, nuestro ciclo menstrual puede ser una guía para tomar mejores decisiones de inversión. Y en esta nueva entrega, te platicamos cómo.
Una brújula interna de cuatro fases
Tu ciclo menstrual es más que una función biológica, es una guía cíclica que impacta tu energía, emociones y percepción del mundo. Aunque es único para cada mujer, en general se divide en cuatro fases, cada una con su perfil hormonal y emocional característico. Pero antes de entrar de lleno en su impacto en tus finanzas, repasaremos brevemente cada una para ayudarte a comprenderlas mejor y, en consecuencia, actuar con mayor conciencia.
Fase menstrual
Es el inicio del ciclo. Comienza el sangrado y suele durar de 3 a 7 días. En esta etapa, los niveles de estrógeno y progesterona están bajos, lo que puede hacerte sentir más cansada, introspectiva o emocionalmente sensible. Es una fase que te invita al descanso, pero también a reconectar con lo esencial.
Fase folicular
Ocurre justo después de la menstruación. El estrógeno empieza a subir y, con él, llega una sensación renovada de energía, claridad mental y motivación. Es una etapa ideal para iniciar proyectos, aprender y planear. Te sientes enfocada, creativa y con entusiasmo.
Fase ovulatoria
Tiene lugar cuando el cuerpo libera un óvulo. Aquí el estrógeno alcanza su punto más alto, lo que potencia tu confianza, sociabilidad y agilidad mental. Muchas mujeres sienten que están «en su mejor versión», más seguras, comunicativas y asertivas.
Fase lútea
Es la etapa final, posterior a la ovulación. La progesterona toma protagonismo, lo que genera una mayor necesidad de calma, reflexión y contención emocional. Aunque algunas mujeres experimentan síntomas premenstruales, también se activa una gran capacidad para analizar, identificar errores y tomar decisiones con madurez emocional.
Cómo aprovechar cada fase para tomar decisiones de inversión
Ahora que repasamos el mapa de tu ciclo, es momento de llevar ese conocimiento a un terreno que, a simple vista, podría parecer ajeno a lo hormonal: tus finanzas.
Fase menstrual: pausa para reflexionar
Este es el momento perfecto para hacer una auditoría interna y externa. Aprovecha la claridad emocional para observar con objetividad cómo están tus finanzas. ¿En qué estás invirtiendo? ¿Qué decisiones recientes te han funcionado? ¿Qué emociones se activan cuando revisas tus números?
Actividades recomendadas
- Revisa tu portafolio de inversiones
- Analiza tus gastos y tus emociones
- Detecta patrones de comportamiento financiero
Fase folicular: energía para planear
Con el aumento del estrógeno, tu mente gana agilidad y una dosis extra de creatividad. Es una etapa ideal para explorar nuevas oportunidades, comparar opciones financieras o sentar las bases de tu próxima inversión a mediano plazo, con una perspectiva más clara y estratégica.
Actividades recomendadas
- Estudia un nuevo instrumento financiero
- Diseña estrategias de inversión
- Planea metas financieras a mediano plazo
Fase ovulatoria: actuar con confianza
Tu seguridad está en su punto más alto. Esta es la fase ideal para tomar decisiones importantes, presentar propuestas, hacer networking financiero o aprovechar esa inversión que llevas tiempo considerando.
Actividades recomendadas
- Toma decisiones clave
- Invierte con conciencia
- Negocia acuerdos, condiciones o porcentajes
Fase lútea: análisis con lupa
Aquí tu cuerpo te invita a bajar el ritmo y afinar la observación. Puedes sentirte más crítica o emocional. Pero eso no es algo negativo, al contrario, es una etapa perfecta para revisar contratos, afinar presupuestos o decidir qué inversiones ya no se alinean contigo.
Actividades recomendadas
- Organiza tus cuentas
- Identifica fugas de dinero
- Cierra ciclos financieros
Herramientas para integrar tu ciclo y tus finanzas
Hasta aquí todo suena muy bien, sí, pero tal vez te estés preguntando, ¿cómo empiezo a aplicar esto en mi día a día? Lo más importante es que sepas que no necesitas hacer un cambio radical de la noche a la mañana, basta con comenzar con algunos simples pasos.
Lleva un registro de tu ciclo
Puedes usar apps como Clue, Flo, el Oura Ring o simplemente una libreta. Anota a diario cómo te sientes, tu nivel de energía, claridad mental y estado emocional. Con el tiempo, comenzarás a notar patrones únicos en ti que te ayudarán a anticipar tus mejores momentos para tomar ciertas decisiones.
Agenda con intención
Intenta alinear tus tareas financieras con la fase en la que estás. Por ejemplo, si sabes que en tu fase premenstrual tiendes a ser más reactiva, evita programar decisiones importantes en esos días. En cambio, prioriza tareas que requieran análisis.
Crea rituales económicos cíclicos
Apóyate en lo que ya exploramos, revisa tus gastos durante la fase menstrual, planifica en la folicular, ejecuta en la ovulatoria y ajusta en la lútea. Con la práctica, este enfoque se volverá cada vez más natural e intuitivo.
Escúchate antes de actuar
Si surge una oportunidad “urgente” y estás en una fase donde no sueles sentirte segura, date espacio. Pregúntate si esa decisión puede esperar o si puedes optar por una alternativa que, aun con dudas, no representa un riesgo significativo.
Integrar el conocimiento de tu ciclo en tus decisiones financieras es una forma más de autocuidado y expansión. No necesitas ser perfecta ni tener todo resuelto, basta con comenzar a observarte con curiosidad y, principalmente, respeto.
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