3 lecciones en 3 meses emprendiendo 

3 lecciones en 3 meses emprendiendo 

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Emprendimiento

Desde hace tiempo quería emprender, pero no tenía ni idea de qué iba a vender

Hasta que un día vi en Tiktok una emprendedora de USA que hace vasos personalizados con vinil, me enamoré de la idea, de una busqué y compré todas las herramientas para comenzar. 

Comencé haciendo diseños para mí y mi esposo, para aprender a utilizar las herramientas, una vez que me sentí con confianza empecé a hacer diseños para los cumpleaños próximos de mis familiares y amigos, todo ese material lo fui subiendo a redes sociales.

Así nació Lunatiks.

Lunatiks primeros diseños

En mi primer mes vendí 4 vasos, poco a poco me llegaron pedidos especiales, de diseños nuevos para mí. En mi segundo mes vendí 7 y en el tercer mes 14. Empecé a promocionarme en Instagram, pagando $50 pesos por fin de semana y así, poco a poco, empezaron a llegar pedidos de personas que no conozco. 

Ha sido un proceso largo y a veces muy abrumador, por ello quiero compartir contigo algunas de las lecciones que he aprendido en estos 3 meses:

  • Me permito
    Una vez que compré todo para empezar mi negocio lo primero que sentí fue miedo, me cuestioné ¿y si nadie me compra? y si … ¿A nadie le gustan? y si…¿ya perdí mi dinero?
    Pase varias noches sin dormir reprochando mi decisión hasta que dije “Me doy permiso de intentarlo y no lograrlo, me doy permiso de equivocarme y perder, pero sobre todo me doy permiso de disfrutar del proceso y aprender, lo peor que puede pasar es que no pase nada”
  • Me valoro
    Uno de los retos más grandes fue ponerle precio a mi trabajo, busqué ayuda en internet pero no encontré nada que realmente resolviera mis dudas. Entonces decidí apoyarme de otras amigas que ya tienen más tiempo con su negocio. Una de ellas me dijo “No debes desvalorizar tu trabajo, el precio no solo debe incluir los materiales que utilizaste, si no tu tiempo y tu talento, muchos podrán decirte que esta muy caro, pero no te desesperes, llegará alguien que lo compre sin importar el precio”
    Esa amiga me compartió una regla para definir tu precio de venta: el valor de lo que utilizaste para hacer tu producto multiplicado por 3. El valor del producto no solo incluye el precio de los materiales, también debes tomar en cuenta el precio de la luz, el desgaste de la cuchilla, el tiempo de corte con la máquina, etc. Es una regla que utilizo ahora para poner precio a mis productos y que da paz. 
  • Me  tengo presente
    Emprender es una montaña rusa de emociones, a veces estoy super feliz con lo que hago y lo disfruto demasiado, me emociona ver mis ideas hechas realidad. Otros días me siento abrumada y me entra la ansiedad, de que no estoy recuperando lo que invertí, que no estoy vendiendo suficiente, que mejor lo vendo todo y me olvido de ese sueño. En esos momentos es cuando tengo que recordarme el porqué empecé esto y lo mucho que disfruto haciéndolo. Recuerdo que para mí es como un hobbie, algo que me encanta hacer y si me pagan por ello pues que mejor, además de recordar que si no vendo, al menos puedo hacer los regalos de mis familiares y amigas yo misma.

Emprender tal vez no sea fácil, pero es muy divertido cuando es algo que realmente disfrutas hacer. Para mí ha sido un camino lleno de aprendizajes, de retos y satisfacciones. 

A pesar de que a veces sienta que me arrepiento, la realidad es que estoy feliz de haberme dado la oportunidad de hacerlo y agradecida de tener una comunidad de mujeres emprendedoras que me apoyan y me guían con su experiencia y las lecciones que ellas ya han aprendido.

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