Entre las mejores tradiciones de Halloween está reunirnos a contar historias terroríficas, pueden ser sobre monstruos, vampiros, asesinos seriales, seres paranormales y…. ¿finanzas?
Así es, las finanzas pueden ser aterradoras cuando todo sale mal, por suerte compartir nuestras historias nos ayuda a encontrarles una moraleja y evitar que otros se conviertan en protagonistas de estas anécdotas escalofriantes.
En este artículo recopilamos algunas de las historias de terror financiero que las Claras nos comparten:
Vampiro financiero 🧛
Cuando conocí a mi pareja pensé que él sabía mucho más sobre dinero (yo nunca había sacado una tarjeta o llevado un presupuesto). Me platicó que había tenido “problemas con una tarjeta” y por eso tenía mala calificación en el buró, pero que me iba a ayudar a cuidar mi línea de crédito porque era el “único patrimonio” que teníamos.
Resulta que para él “cuidar el crédito” significaba sacar todas las tarjetas posibles y estar pagando el mínimo, financiando una tarjeta con otra, sin dejar de gastar muy por arriba de sus ingresos. La relación terminó, dejándome con una deuda de casi 400 mil pesos y ningún activo real.
Moraleja:
Las finanzas en pareja son una responsabilidad muy grande y el crédito es una herramienta de financiamiento no un patrimonio, construir un patrimonio significa tener activos que aumenten su valor o al menos lo mantengan, no es tener acceso a dinero prestado para seguir gastando. No dejes que nadie te diga qué hacer con tu crédito o con tu dinero.
El banco del infierno ☠️
Durante mi intercambio por Europa usé mi tarjeta de débito de aquel entonces para retirar dinero en un cajero automático y todo salió perfecto. Meses después de regresar a México, me dispuse a retirar dinero de esa misma tarjeta y el cajero me marcaba que no tenía dinero, es más me salía en ¡¡números rojos!! debía alrededor de 20 mil pesos y no sabía por qué.
Estuve casi un año peleando el caso, ya que las cuentas de débito no pueden estar en números rojos. En la infinidad de llamadas y visitas a sucursal estas son algunas de las cosas que me dijeron:
- La sucursal a la que pertenece tu cuenta no existe
- Las cuentas de débito no pueden tener números negativos, entonces tu tarjeta está mal (la tarjeta claramente dice DÉBITO)
- ¿Sabes cuál es el número oculto que solo nosotros como banco sabemos a la cual pertenece tu sucursal? (no me lo dijeron así pero así lo sentí….)
- Dispusiste de dinero que no tenías en la cuenta (WHAT?) no nos dimos cuenta y te lo dimos y ahora te estamos cobrando intereses por día, debías 300 pesos pero por los intereses se han ido incrementando
- Esto es imposible que pase, no sabemos porqué o cómo pasó… pero ahora es tu deuda y la debes pagar (ahhh.. gracias…)
Claramente yo no quería pagar 20 mil pesos… me queje en varias instancias gubernamentales, pero entre más tiempo pasaba más grande se hacía la deuda.. al final mis papás me apoyaron a pagar y quedé en buró de crédito en números rojos :(
Moraleja:
Siempre hay que revisar las letras chiquitas cuando contratas un producto financiero. Es importante entender cómo funciona, qué comisiones se cobran y a dónde se va tu dinero, recuerda que los ejecutivos deben ayudarte a resolver todas las dudas.
Historial crediticio siniestro 🎃
Cuando me casé decidí que nos casáramos por bienes separados ya que él contaba con un mal historial crediticio, estaba mal calificado en buró y tenía una deuda de más de 200 mil pesos en tarjetas de crédito, además de tener una responsabilidad de dar una pensión alimenticia a sus dos hijos.
Al paso de los meses, consideramos renovar nuestros autos y accedí a sacar un crédito de auto en mi trabajo ya que su historial era tan malo que no podía solicitar uno a través de la agencia. Terminó la relación y él quería seguir manteniendo una comunicación conmigo para darme las “mensualidades” de un carro que estaba a mi nombre, con un crédito mío sólo para no descapitalizarse, al final eso no sucedió, decidí hacerlo pagar el crédito, cederle los derechos y obligaciones del auto y dejar atrás la situación.
Moraleja:
Tu crédito es tuyo, no arriesgues tu historial crediticio por amor, por compromiso o porque creas que es una obligación.
Roomie fantasma 👻
Cuando me mude con una de mis mejores amigas pensaba en todos los momentos increíbles que íbamos a vivir, lo último que pensé fue en el impacto que tendría en mi cartera.
Pronto descubrí que mi roomie no solo tenía gustos caros (si iba a comprarse una botella de vino tenía que ser la más cara) sino que rara vez tenía dinero a la mano para solventar esos gustos. Así que me hacía comprar a mi el super y un día llegaba con una botella de Champagne “de regalo” y, justo cuando terminábamos de tomarla, me informaba que con eso cubría su parte de la luz, agua, super u otra necesidad que yo le hubiera financiado en el pasado.
Aguanté dos años sin decirle nada porque “somos amigas” y, para sorpresa de nadie, el día que decidí poner límites la roomie me ghosteo. Se me escondía, no paraba por el depa mas que para cambiarse la ropa, hasta que un día por indiscreción de su novio me enteré que se iba a mudar. No solo me dejó colgada con la renta sino que, como ella firmó el contrato, se puso de acuerdo con la rentera y accedió (sin decirme) a dejar el depósito como último pago de su parte.
Mi roomie desapareció tan rápido como hizo desaparecer mi dinero. Yo perdí mi depósito y mi casa, pero por suerte encontré depa de último momento y nuevos (y excelentes) roomies.
Moraleja:
Cuentas claras, amistades largas. Cualquier persona que te aprecie va a respetar los límites financieros que le pongas y a ser clara sobre lo que necesita o espera de un presupuesto en común. Hablar de dinero no debería ser un tema prohibido y si no puedes hablar de este tema con alguien, definitivamente no deberías vivir con esa persona 😣
Esposo aterrador 🧟
Una señora, de 47 años aproximadamente, cada año por las fechas de octubre organizaba un viaje de compras a San Antonio con su grupo de amigas.
El plan era irse 5 o 6 días, para comprar los regalos de navidad y su guardarropa de invierno. Pero resulta que para poder lograr este viaje, tenía que conseguir el permiso de su esposo.
El matrimonio había establecido una estrategia para otorgar el permiso; su esposo le pedía que se subiera a la báscula para pesarse. Si pesaba más de lo determinado por él, el permiso era denegado. Si pesaba la cantidad exacta, le daba el dinero pactado para sus compras. En cambio, si pesaba varios kilos menos calculaba cuánto se “merecía” como premio a su delgadez.
Ella antes de acercarse la fecha de la solicitud de permiso, se ponía a dieta para lograr su objetivo: permiso y dinero. Aceptaba sin miramientos este sometimiento, poniendo en riesgo hasta su salud.
Moraleja:
No tener independencia financiera te pone en riesgo de ser controlada por alguien más. El control puede llegar a cosas que no tienen nada que ver con dinero, incluso a privarte de tu libertad.